Nacido en el pueblo de Tarifa, el 10 de Septiembre de 1931, Juan Serrano, el mayor de siete hermanos, pasa los primeros cuatro años de su vida en el Alamillo dedicándose con su padre D. José Serrano Román a las labores campestres y sobre todo ganaderas en la finca de una señora conocida como "la viuda del Alamillo".

Pasados éstos cuatro años se traslada con sus padres José y Luisa, y sus hermanos Pepe, Antonio y Manolo al cortijo de la Arráez Alta.

Allí en mitad de una cabreriza, propiedad de D. Pascual Cervera Abreu y administrada por Diego Ardaya, continúa con las labores de ganadero como tradicional profesión de su familia.

Cabrero era su oficio, aunque también realizaba labores como "gañán" (trabajador en los arados de antes) y herrando ganado en los cortijos lindantes; trabajo que por cierto, era bastante preciado por él.

En 1952 es llamado a filas al Regimiento Mixto de Artillería de Costa nº 5 de la Almoraima (Castellar), pesando posteriormente a la batería de Camarinal en Bolonia.

En 1965 se afinca en la pedanía de Facinas y vive en la C/ Doctor Pérez Meléndez nº 5, domicilio conocido como " el patio". Aunque " pretende" a varias mozas, Juan queda soltero, pero nunca le falta el calor de sus padres y hermanos.

Comienza a trabajar en la construcción con, el entonces constructor, Nicolás Rosano.

Su tiempo libre lo dedica a la guitarra, que era su principal entusiasmo, y con la que pasaba horas haciendo resonar la melodía del "chacarrá" y distintas notas que le introducía.

Tan aficionado era a este fandango, típico de nuestra tierra, que no había fiesta donde no estuviera presente."Juan Manta", apodo con el cariñosamente era conocido, no disgustaba a ningún facinense y entre "chascarrillos" y bromas, que bien aceptadas eran entre sus amistades y conocidos, pasaba grandes ratos en los bares y tabernas del pueblo.

Los últimos años de su vida lo dedica al oficio de sepulturero, desagradable labor que no a todo el mundo gusta desempeñar, y que le acompañó hasta el final de sus días.

El 27 de Febrero de 2002 deja de estar presente entre nosotros dejando su huella en el pueblo.

Su ausencia se hace notar y meses después de su muerte, celebran un memorial en su nombre.

En este acto colaboran el grupo de chacarrá de Tarifa, el grupo de fandango de punta y tacón de Jimena y los representantes de este Ayuntamiento; a los cuales, la familia Serrano queda eternamente agradecidos.

Ni que decir tiene lo que para muchos de nuestros vecinos ha sido la entrañable compañía donde se entrelazaban lazos de amistad, cariño, simpatía y sobre todo el humor que este hombre ha derramado por el pueblo.